T. Ramón Soto
La Corte Suprema anuló una ley del estado de Nueva York que dificultaba la obtención de un permiso de portación de armas de fuego, marcando la primera opinión importante de los jueces sobre los derechos de la Segunda Enmienda en más de una década.
La decisión de invalidar la ley de Nueva York pone en duda la legalidad de restricciones similares en más de media docena de otros estados que otorgan a los funcionarios de licencias una amplia discreción sobre los permisos de portación oculta. El fallo se produce después de que recientes tiroteos masivos reavivaran un desgarrador debate sobre cómo equilibrar el derecho constitucional a portar armas con las preocupaciones de los estadounidenses por la seguridad personal en un país con más de 390 millones de armas de fuego de propiedad privada. La opinión se basa en la última decisión importante de la corte sobre derechos de armas hace más de una década. En un caso de 2008 llamado District of Columbia v. Heller, un tribunal 5-4 dictaminó que la Constitución protege el derecho de una persona a tener un arma en el hogar para defensa propia. El tribunal de Heller señaló que la Segunda Enmienda “no es ilimitada”, pero dejó sin respuesta qué restricciones están permitidas constitucionalmente.