Escrito por: Dra. Zoribeth Martínez Lucero.
El embarazo es una de las mejores etapas en la vida de una mujer. La alegría se ve en el rostro por tan esperado regalo que por ahí vendrá; por tal razón hay que cuidarse tanto física como interiormente para ese gran momento.
Quizás alguna vez escucharon que por cada hijo nacido, un diente perdido, algo hecho realidad por algunas madres gracias al descuido que tuvieron en su boca en el embarazo.
Durante el embarazo, los problemas buco-dentales son algo común. Los cambios hormonales hacen que la placa y las bacterias aumenten, que se debiliten las encías (gingivitis) o que se padezca un exceso de salivación. También se producen muchas náuseas debido al uso del cepillo y pasta dental, que a veces es muy difícil de controlar.
La inflamación de las encías o gingivitis se hace más evidente a finales del primer trimestre, después puede mantenerse o aumentar en el segundo trimestre, pero remitirá tras el parto.
Su motivo principal es el aumento de flujo de sangre a todas las mucosas que ablanda los tejidos, incluidas las encías. A muchas embarazadas les sangran las encías por esta causa, sobre todo cuando se cepillan los dientes. Y si la gingivitis no se trata adecuadamente, puede desencadenar en una enfermedad periodontal que afecta a los tejidos que unen el diente y el hueso y esto provocaría la pérdida dental. También las caries se aceleran por el mismo descuido.
Para evitar estos problemas hay que mantener una buena higiene bucal, cepillarse los dientes al menos dos veces al día, si es necesario con un cepillo más suave, y utilizar el hilo dental para las zonas donde el cepillo no puede llegar. El aumento de consumo de calcio con yogures, quesos, leche, reforzará tus huesos y tus dientes, además de consumir proteínas procedentes de carne, pescado y legumbres que ayudarán en la defensa contra las infecciones. Vitaminas como la B, C y D también serán un buen apoyo.
Claro, en todo esto está incluido el padre, el cual tendrá que velar para que todo esto se cumpla, ya que me imagino que ninguno querrá que su amada se vea afectada y menos en su boca.
Entonces, hay que romper con el paradigma “por cada hijo, un diente perdido”, y cuidar los dientes y nuestra boca en general, para tener una sonrisa agradable para el futuro bebé.
Recordar siempre que:
• No importa que estés embarazada, puedes visitar como quiera a tu dentista para un chequeo rutinario ya que esto no afecta en nada tu embarazo.
• No permitas la toma de radiografías ya que la radiación puede afectar a tu bebé.
• Si tienes necesidad de realizarte un empaste, no te preocupes, la anestesia local que se usa en este caso es segura y no tiene efectos perjudiciales para tu bebé.
• Pide a tu dentista que te tome siempre la presión, para evitar cualquier inconveniente.
• Visita al dentista en cuanto notes alguna molestia bucal, puede prevenir males mayores, incluso en la salud de tu bebé. No lo dejes pasar.
• Si tienes la dentadura dañada, recuerda que eso traerá consecuencias para el bebé ya que todo entra por la boca, hasta las infecciones y eso es lo que hay que evitar para que todo salga bien durante el parto.
Las madres tienen un valor muy grande, cuida tu salud bucal para que así puedas cuidar la de tu bebé.