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SANTO DOMINGO.- Liz María Sánchez, era una niña cuyo pudor apenas alcanzaba a conocer la delicadeza de la inocencia de su corazón, cuando se atravesó en su camino la alevosía de Esterlín Francisco Santos, un hombre de 40 años de edad, que luego de violarla, la ahorcó y no conforme, lanzó su cadáver a las aguas del mar Caribe.
Este caso por lo horrible a despertado la indignación de la sociedad, quienes han expresado diferentes opiniones, las que van desde algunos que opinan sobre el descuido de los padres de la malograda niña, otros expresan la excesiva confianza dada a un prácticamente desconocido y en tanto otros dicen, que las autoridades deben endurecer las penas en este tipo de caso.
Sin dudas que hasta el presidente Luís Abinader, expresó su pesar por tan vergonzoso caso y manifestó que es padre de tres hijas y que como tal se pone en el lugar del dolor de los padres de Liz María, por lo que hizo un llamado a las autoridades que tratan de localizar el cadáver de la menor a realizar su mejor esfuerzo en ese sentido.
Varios profesionales de la conducta personal han expresado que los padres deben tener más cuidado con quienes interactúan sus hijos, muy especialmente las hembras, pues en la sociedad ha surgido una corriente que se ha encargado de pervertir la libertad sexual de los individuos y esta acción es muy permisiva, por lo que los padres cada día deben estar más al tanto de las actuaciones de sus hijos.
Liz María en el esplendor de la inocencia que expresaba en cada mirada, la esplendidez de tu sonrisa se vio opacada con la negra idea de un sicópata que solo ansiaba ver cumplido sus bajos instintos de bestia, bajo la apariencia humana y que alguien un día dispuso se conociera como Esterlín Francisco Santos, tu verdugo.